Hoy se rompió mi corazón y no pareció importarle a nadie



Hoy se rompió mi corazón y no pareció importarle a nadie,
el mundo siguió su curso,
giró como lo hace siempre,
rotó y se trasladó sin importarle un comino
esto que me duele dentro.

¿Cómo pudo el árbol grande y altivo,
seguir soberbio solo así?
¿Cómo es que no bajó su copa,
para abrigarme y hablarme?
¿Cómo es que tantas personas,
pasan junto a mi sonrientes, ignorantes al problema
que hoy rompió mi corazón?

El sol brilló y le siguió la luna
y nada cambió en absoluto,
me sentí más que pequeño, me sentí tan deshechable,
me sentí como un segundo debe sentirse
ante un siglo.

Hoy se rompió mi corazón
y no le ha importado a nadie
no les pareció un evento grande,
ni radio, ni televisión, ni prensa,
comentaron la noticia, de que ya no estas aquí.

Se me ha roto el corazón
y no le ha importado a nadie
no se abrió el cielo ni me habló,
ni éste suelo me ha tragado,
sólo tengo este dolor y tu cruda y vil ausencia
que me han vuelto un solitario.

¿Cómo es que no se dan cuenta
de todo lo que me ha dolido?
El ya no poderte abrazar, el no reflejarme en tus ojos,
el no reconocer mi esencia,
al compartirla contigo.

¿Cómo es que no se detienen
las aves en medio del cielo,
o la suave mariposa rebosante de colores?

Me duele tanto que me siento
herido por la muerte misma
y me duele la apatía,
me duele no ser más caricia
sobre tu piel siempre tibia.

Hoy se rompió mi corazón
y no pareció importarle a nadie,
el mar no se separó,
las montañas no vinieron,
no se acercó hasta mi puerta
ningún milagro ni nada.

Miré durante muchas horas
el teléfono y el suelo
esperando que llamaras
y eso nunca sucedió.

¿Cómo es que un dolor tan grande
puede caberme en el pecho,
cómo es que no quedo seco
después de tanto llorar?

Tendrían que haber lugares
especiales para gente,
que como yo ha perdido
la mitad del corazón.

Hay sitios para fumadores
hay pasillos, ventanillas,
¿por qué no veo letreros,
que me indiquen dónde ir?

¿Dime dónde me acomodo
en este flujo constante
de destellos que rebotan
y rugen junto de mi?

¿Por qué no se guardó silencio
un minuto cuando menos
para honrar lo más sagrado
en su último estertor?

¿A quién le importa si falto?
puede ser que a quienes debo
pero nadie extrañaría
mi presencia, mi canción.

Y tú con la respuesta a cuestas
y la solución contigo
¿Cómo fue que no viniste
a curar éste dolor?

¿No ves que me estoy muriendo
en medio del anonimato?
Mi nombre sólo son letras
si no las une tu voz.

Hoy murió mi alma entera
y a nadie le afectó su muerte
siguió creciendo esa grieta
entre tu amor y mi amor.

Y siguió el pasto tan verde
y el bosque siguió siendo bosque
y me calcina por dentro
la duda de ¿dónde estas?

¿Cómo es que pudiste irte,
cómo es que tus piernas solas
se alejaron nada más?
¿Cómo es que no te he dolido,
tanto como tú me dueles?
¿Cómo es que no me rescatas de esta
obscura y cruel prisión?

¿Cómo es que el amor que un día
me juraste y profesaste,
no te arrastró de regreso,
no te condujo de vuelta,
no te paralizo completa
y sentiste fallecer?

Me encuentro ya sin fuerza alguna
sin esperanzas, sin sueños,
sin historias que contarte,
hoy enmudeció mi voz.

Hoy se rompió mi corazón
y no pareció importarle a nadie,
me voy pues hacia el olvido
envuelto en éste mi ocaso
cargando una bolsa repleta
de quizás, tal vez y nuncas.

Repetiré mis te amos
para agotarlos completos
si no te tengo conmigo
se me amarga tanto amor.

Hoy se rompió mi corazón
y no pareció importarle a nadie.

La madrugada



Al final de la noche,
hay un tiempo de silencios,
dónde los cansancios salen a pasear,
su andar es pausado,
de pronto aburrido,
cortan con sus guiños
el ser y el estar.

Sopla el viento frío,
frío de la ausencia,
ausencia de ruido,
ruido del amor.

Las almas observan
con claro fastidio
cómo cada cuerpo
muere al descansar.

Nada tiene forma
todo esta dormido
hasta los zapatos
dejan de marchar.

Es tiempo de locos
poetas y grillos
viven los amantes,
su pasión fugaz.

Laten las historias
en los subconscientes
uno que otro labio
muerde su verdad.

Solloza el que sufre,
sufre el que solloza,
la señora gime
de dolor de hogar.

Es la madrugada
compañera mía
platico con ella
me siento a escuchar.

Le cuento y le canto,
le lloro y me aguanto
maldigo y bendigo
a esta humanidad.

En la madrugada
no existen relojes,
no existen barreras
de todo lo real.

En las madrugadas
las sombras dibujan
conviven los ruidos
sin amanecer.

En la madrugada
quiero a mis vecinos,
quiero a todo el mundo
y suelo pensar.

Todo lo que haría
de una noche eterna,
lo que me reiría,
podría soñar.

En las madrugadas
vuelan unicornios
y esferas de polvo
hecho de añorar.

En las madrugadas
se caen las poses
la elegancia vive
en la honestidad.

En las madrugadas
se vuelve uno humano
se olvida la pena
se cae el pudor.

Se asoma el borracho,
el perro con frío,
el ronquido, el flato
y la transpiración.

Se olvidan los nombres
y entonces sabemos,
aunque sin palabras
que existe el amor.

Y Dios y diablo
y dolor y pena
descansan compartiendo,
melancolía y canción.

En las madrugadas
vago entre las letras
deambulo entre versos,
me paro a toser.

En la madrugada
sale desde dentro
el insulto alegre
que en el día frene.

En la madrugada
me siento muy solo
me duelen los huesos,
me aflige mi hogar.

En las madrugadas
te extraño y te lloro,
más no te recuerdo,
para no irte a buscar.

Cada madrugada
suele ser distinta
la rutina muere
a la hora impar.

Una madrugada
me iré de mi vida
persiguiendo noches,
me volveré a amar.

Una madrugada
marcharé de frente,
una madrugada
llegaré a mi mar.

A Don Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo



A Don Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo:

Hace mucho tiempo el corazón humano, buscando una manera diferente de hacerse sentir, de hacerse notar, un día se rió.

Y encontró en la risa consuelo y cariño, chispas de ternura y sonidos de amor.

Pero no era fácil que el hombre riera,no era tan sencillo pues la vida es cruel.

Y Dios viendo al alma afligida y triste y a los corazones hartos de buscar, les regaló un día un ángel alado lleno de canciones, de baile y de versos.

Con sus sacos largos que cubrían sus alas,
con una mirada inocente y fiel,
habló en su lenguaje perfecto y honesto,
de lo que llevaba por toda su piel.

La risa le amaba pues en él vivía,
y la carcajada le quería también.

Al carnal eterno ¡Hoy le doy las gracias!
Gracias por su vida.
Gracias por sus sueños.
Gracias por las muestras del mas puro amor,
mostrado al amigo, al hermano, al hombre,
hacia su familia y hacia su nación.

¡Tin Tan se te extraña!
te extraña la risa,
te extraña la vida cada vez mas gris.

Y déjame contarte mirando hacia el cielo,
este gran secreto que apenas sentí…

Si guardas silencio y escuchas con calma,
desde tus adentros podrás escuchar,
un sonido firme que vibra en el pecho,
y a cada latido repite Tin Tan…

¡Vivirás pa´ siempre mi carnal, topillo,
vivirá la chiva, vivirá Germán!

Porque mientras lata el corazón humano,
tu nombre grabado siempre quedará.