Hoy la esperanza ha perdido


Hoy la esperanza ha perdido.
Ha perdido a un buen soldado,
quizá no fui el mejor, pero fui muy aguerrido,
la entrega nunca faltó,
nunca faltaron los sueños,
ni los deseos, ni empeños, nunca faltó corazón.

Hoy la esperanza ha perdido.
Ha perdido a un buen aliado.
Caminé siempre a su lado
y hasta fui su promotor.
Difundí la palabra y obra de la esperanza y sus logros,
cómo venció en mil batallas; en los pantanos del no,
a los monstruos de la culpa, de la rutina y las penas,
cómo rompió las cadenas, de la amargura del alma.

Pero hoy la esperanza ha perdido.
Ha perdido a un fiel amigo,
porque abrí mi pecho todo ofreciendo el corazón,
y me rompieron en cuatro,
se repartieron mi vida, se repartieron mi anhelo,
se bebieron mi alegría y se acabaron el consuelo.

Hoy la esperanza ha perdido
Ha perdido a un fiel amigo…

Me ahogaré en ese mar


¿Me ahogaré en ese mar,
tan gris y cotidiano,
tan real, tan mediano,
tan lejos del sueño
tan frió y tan común?

¿Me perderé en silencio,
sin replicar ni hacer ruido,
sin opinar, sin sentido,
sin entender, sin deseo
sin ser ni hacer?

¿Me vencerá este cansancio,
porque pesa el dolor y los años,
porque hiere el miedo al rechazo,
porque ya no hay sol ni salida,
porque ya no hay fuerzas ni vida?

¿Me mudaré al olvido algún día,
para morir sin medida,
para hacer diario una fila,
para comer hasta hartarme,
para romperme y pegarme?

¿Será mi vida respuesta,
a las preguntas de antaño,
a los errores mas vanos,
al número, no al hermano,
a un futuro ya exiliado?

Sea cual fuere mi sino
me queda claro una cosa,
no me va a alcanzar la vida
para lograr lo anhelado.

¿Qué sentido tiene pues
caminar, reír o darse?,
mas valdría consolarse
durmiendo toda la vida…
para nunca despertarse.

Y tenías que ser


Y teníamos que ser,
tú tan tú, y yo tan yo,
para romper el cruel hechizo
del recuerdo.

No fui yo quién lastimó
tu intimidad,
no fui yo quién arrancó
tu libertad.

Y sin embargo,
cada culpa se instaló
y tomó lugar sobre mi espalda.

Ya lo sé, ya lo sé,
que no fue tu culpa,
que de niño me dejaran.

Que otros brazos y
otros besos,
me marcaran.

Ya lo sé, que no eres tú
a quién yo ame
y me rompió en pedazos
la esperanza.

Y ya lo ves todo iba bien, (¿o tal vez no?)
nos compartimos los secretos,
intercambiamos amuletos,
nos repartimos los suspiros
y bautizamos los dolores.

Y fuimos dos por un instante,
por un instante por lo menos, fuimos dos,
llenos de duelo y de dolor,
llenos de envidia del amor,
nos disfrazamos de pureza,
y jugué a que te amaba y tú,
a que tu amor era yo.

Más tuvimos que ser,
tú tan tú y yo tan yo,
para acabar con la más dulce
de las farsas.

¿Qué nos costaba continuar mintiendo?
y decir, que cada beso que nos dimos, fue el primero.
Que tu piel me había esperado, sólo a mi, el tiempo entero.
Y que yo en cada momento, en cada beso, era sincero.

Fue tan nuevo pretender,
borrar lo viejo, de tus gestos, tus arrugas, mis momentos,
fue tan viejo este temor del amor nuevo,
por tus sueños sin cumplir y tu ternura.

Y ya ves lo que pasó, se acabó el juego,
el fuego y el sudor se terminaron,
en su lugar llegaron vengativos,
ese temor de ayer y nuestro hastío.

Y teníamos que ser,
tú tan tú y yo tan yo,
para entenderlo…
Los condenados a vagar sobre desiertos del querer
y no alcanzarlo nunca,
somos cenizas ya de un fénix muy cansado,
casi, casi en el retiro somnoliento y fatigado.

Fue tan breve y tan discreto nuestro tiempo,
pero fue para mi historia un gran suceso,
que llegó para volverse parte aguas,
de mi ayer, de mi hoy y mis recuerdos.

Era inevitable el desenlace,
tú querías de mi, lo que no tengo,
y yo quería de ti, lo que pedías.

Platicando del dolor fuimos perfectos,
fuimos huérfanos de amor,
fuimos pecado, pero un pecado puro,
tan sublime, tan humano.

Quisimos resanar los desperfectos,
quisimos solos erradicar el miedo,
quisimos cerrar los ojos un segundo,
para hacer de éste mundo,
nuestro jardín de juegos.

Y teníamos que ser,
tú tan tú y yo tan yo,
para entenderlo, si el amor nació,
en el plano más divino,
¿cómo iba yo a imaginarme
conteniendo semejante promesa del futuro?

¿Cómo ibas tú a sostener,
su peso entre tus brazos,
tan cansados con dolores de abandono
tan profundo?

Y tenía que ser,
yo tan yo, para llorarte
y morirme de vacío
en la impotencia.

Con deseos de arrancar hojas al tiempo,
y regresar mi vida al instante
de ésa mella.

Y tenías que ser,
tú tan tú, tan compungida,
al ver éste desfile de los vivos,
de los que pareciera saben todo,
y sonríen ignorantes, colectivos.

Y tenías que ser,
tú tan tú, mi siempre triste,
y tenía que ser,
yo tan yo, tu triste vida.

Vi pasar a mi corazón detrás del tuyo



Vi pasar a mi corazón detrás del tuyo,
tras una estela
hecha de sueño
y esperanza.

Vi seguir la huella
de mi planta
a tu sombra
y a tu caminar pausado.

Sollozo tenue,
suspiro entrecortado,
decir tu nombre
evoca mil pasados.

Vidas enteras
pasé y morí a tu lado,
luces y ocasos
nací y viví en tus brazos.

En tu mirada
me hundí y nadé en sus lagos
de negra intensidad
y etéreo espacio.

Vi decidir a mi alma
abandonarme,
para seguirte
hasta el final del mundo,

Y comprendí
caído y resignado
que fui feliz en ti,
solo en ti, nunca en mi mismo.

Ondulante misterio de los ojos grandes



Ondulante misterio de ojos grandes,
a la espera de una señal;
silencio.

Me sorprende,
se enrosca en mis adentros,
la serpiente piel azul;
melancolía.

Se arrastra, se mueve,
susurra y se agita, se bebe mi llanto,
me asfixia;
dolor.

Escapar, lo intento,
pero es en vano,
me corta el camino,
me sabe atrapar.

Clava sus colmillos
me inyecta recuerdos,
y el antídoto hecho olvido,
no me puede ya curar.

De voluntad fría,
en la noche rota,
me declaro tuyo,
presa, servidor.

Devórame entero,
carne, sexo, viento,
mátame pues lento;
para así, sentir.

Insomnio vil



Siluetas, solamente siluetas se distinguen,
en esta obscuridad, que vive y se arrastra,
entre recuerdos de esos días.

Días en que tuve, vida y sueño,
días en que tuve, calor y llanto.

El techo a veces pierde su sentido
y pareciera estar flotando,
entre memorias.

Recuerdo de repente tus caderas,
y ese olor a ti,
a sexo que penetra los sentidos.

Como vapor ardiente,
me envenena y me condena
a sentir vida entre mis piernas,
al menos por instantes, eso siento…

Sigue obscuro, sigue noche,
sigo yo tendido en la inconciencia,
derramando pensamientos en desorden.

Que de poco sirven, las miradas en lo obscuro,
sin embargo los amantes,
lo hacen siempre.

Y si en verdad son los ojos,
la ventana por dónde el alma grita y se hace grande
¿Qué pasará en lo obscuro con nosotros?
¿Qué pasará en la niebla siempre errante?

Me sorprendo con los dientes apretados,
como queriendo masticar el tiempo
y recuerdo aquella vez que dormí pleno,
con mi cara enterrada entre tus senos.

¡Un ruido y otro, y otro más!
y mentiría de pleno si te dijera,
que el miedo no se instala,
hasta mis huesos.

Lo negro empieza a ser azul y empieza el día,
agonizan los amores y los sueños,
se inicia nuevamente el descontento,
se arrastran las cadenas del desvelo.

¡Insomnio vil! ¿Qué haces conmigo?
distorsionando así mi realidad completa.
Insomnio vil , mi cruel amigo
te debo una canción lenta… muy lenta.

Hoy se rompió mi corazón y no pareció importarle a nadie



Hoy se rompió mi corazón y no pareció importarle a nadie,
el mundo siguió su curso,
giró como lo hace siempre,
rotó y se trasladó sin importarle un comino
esto que me duele dentro.

¿Cómo pudo el árbol grande y altivo,
seguir soberbio solo así?
¿Cómo es que no bajó su copa,
para abrigarme y hablarme?
¿Cómo es que tantas personas,
pasan junto a mi sonrientes, ignorantes al problema
que hoy rompió mi corazón?

El sol brilló y le siguió la luna
y nada cambió en absoluto,
me sentí más que pequeño, me sentí tan deshechable,
me sentí como un segundo debe sentirse
ante un siglo.

Hoy se rompió mi corazón
y no le ha importado a nadie
no les pareció un evento grande,
ni radio, ni televisión, ni prensa,
comentaron la noticia, de que ya no estas aquí.

Se me ha roto el corazón
y no le ha importado a nadie
no se abrió el cielo ni me habló,
ni éste suelo me ha tragado,
sólo tengo este dolor y tu cruda y vil ausencia
que me han vuelto un solitario.

¿Cómo es que no se dan cuenta
de todo lo que me ha dolido?
El ya no poderte abrazar, el no reflejarme en tus ojos,
el no reconocer mi esencia,
al compartirla contigo.

¿Cómo es que no se detienen
las aves en medio del cielo,
o la suave mariposa rebosante de colores?

Me duele tanto que me siento
herido por la muerte misma
y me duele la apatía,
me duele no ser más caricia
sobre tu piel siempre tibia.

Hoy se rompió mi corazón
y no pareció importarle a nadie,
el mar no se separó,
las montañas no vinieron,
no se acercó hasta mi puerta
ningún milagro ni nada.

Miré durante muchas horas
el teléfono y el suelo
esperando que llamaras
y eso nunca sucedió.

¿Cómo es que un dolor tan grande
puede caberme en el pecho,
cómo es que no quedo seco
después de tanto llorar?

Tendrían que haber lugares
especiales para gente,
que como yo ha perdido
la mitad del corazón.

Hay sitios para fumadores
hay pasillos, ventanillas,
¿por qué no veo letreros,
que me indiquen dónde ir?

¿Dime dónde me acomodo
en este flujo constante
de destellos que rebotan
y rugen junto de mi?

¿Por qué no se guardó silencio
un minuto cuando menos
para honrar lo más sagrado
en su último estertor?

¿A quién le importa si falto?
puede ser que a quienes debo
pero nadie extrañaría
mi presencia, mi canción.

Y tú con la respuesta a cuestas
y la solución contigo
¿Cómo fue que no viniste
a curar éste dolor?

¿No ves que me estoy muriendo
en medio del anonimato?
Mi nombre sólo son letras
si no las une tu voz.

Hoy murió mi alma entera
y a nadie le afectó su muerte
siguió creciendo esa grieta
entre tu amor y mi amor.

Y siguió el pasto tan verde
y el bosque siguió siendo bosque
y me calcina por dentro
la duda de ¿dónde estas?

¿Cómo es que pudiste irte,
cómo es que tus piernas solas
se alejaron nada más?
¿Cómo es que no te he dolido,
tanto como tú me dueles?
¿Cómo es que no me rescatas de esta
obscura y cruel prisión?

¿Cómo es que el amor que un día
me juraste y profesaste,
no te arrastró de regreso,
no te condujo de vuelta,
no te paralizo completa
y sentiste fallecer?

Me encuentro ya sin fuerza alguna
sin esperanzas, sin sueños,
sin historias que contarte,
hoy enmudeció mi voz.

Hoy se rompió mi corazón
y no pareció importarle a nadie,
me voy pues hacia el olvido
envuelto en éste mi ocaso
cargando una bolsa repleta
de quizás, tal vez y nuncas.

Repetiré mis te amos
para agotarlos completos
si no te tengo conmigo
se me amarga tanto amor.

Hoy se rompió mi corazón
y no pareció importarle a nadie.

La madrugada



Al final de la noche,
hay un tiempo de silencios,
dónde los cansancios salen a pasear,
su andar es pausado,
de pronto aburrido,
cortan con sus guiños
el ser y el estar.

Sopla el viento frío,
frío de la ausencia,
ausencia de ruido,
ruido del amor.

Las almas observan
con claro fastidio
cómo cada cuerpo
muere al descansar.

Nada tiene forma
todo esta dormido
hasta los zapatos
dejan de marchar.

Es tiempo de locos
poetas y grillos
viven los amantes,
su pasión fugaz.

Laten las historias
en los subconscientes
uno que otro labio
muerde su verdad.

Solloza el que sufre,
sufre el que solloza,
la señora gime
de dolor de hogar.

Es la madrugada
compañera mía
platico con ella
me siento a escuchar.

Le cuento y le canto,
le lloro y me aguanto
maldigo y bendigo
a esta humanidad.

En la madrugada
no existen relojes,
no existen barreras
de todo lo real.

En las madrugadas
las sombras dibujan
conviven los ruidos
sin amanecer.

En la madrugada
quiero a mis vecinos,
quiero a todo el mundo
y suelo pensar.

Todo lo que haría
de una noche eterna,
lo que me reiría,
podría soñar.

En las madrugadas
vuelan unicornios
y esferas de polvo
hecho de añorar.

En las madrugadas
se caen las poses
la elegancia vive
en la honestidad.

En las madrugadas
se vuelve uno humano
se olvida la pena
se cae el pudor.

Se asoma el borracho,
el perro con frío,
el ronquido, el flato
y la transpiración.

Se olvidan los nombres
y entonces sabemos,
aunque sin palabras
que existe el amor.

Y Dios y diablo
y dolor y pena
descansan compartiendo,
melancolía y canción.

En las madrugadas
vago entre las letras
deambulo entre versos,
me paro a toser.

En la madrugada
sale desde dentro
el insulto alegre
que en el día frene.

En la madrugada
me siento muy solo
me duelen los huesos,
me aflige mi hogar.

En las madrugadas
te extraño y te lloro,
más no te recuerdo,
para no irte a buscar.

Cada madrugada
suele ser distinta
la rutina muere
a la hora impar.

Una madrugada
me iré de mi vida
persiguiendo noches,
me volveré a amar.

Una madrugada
marcharé de frente,
una madrugada
llegaré a mi mar.

A Don Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo



A Don Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo:

Hace mucho tiempo el corazón humano, buscando una manera diferente de hacerse sentir, de hacerse notar, un día se rió.

Y encontró en la risa consuelo y cariño, chispas de ternura y sonidos de amor.

Pero no era fácil que el hombre riera,no era tan sencillo pues la vida es cruel.

Y Dios viendo al alma afligida y triste y a los corazones hartos de buscar, les regaló un día un ángel alado lleno de canciones, de baile y de versos.

Con sus sacos largos que cubrían sus alas,
con una mirada inocente y fiel,
habló en su lenguaje perfecto y honesto,
de lo que llevaba por toda su piel.

La risa le amaba pues en él vivía,
y la carcajada le quería también.

Al carnal eterno ¡Hoy le doy las gracias!
Gracias por su vida.
Gracias por sus sueños.
Gracias por las muestras del mas puro amor,
mostrado al amigo, al hermano, al hombre,
hacia su familia y hacia su nación.

¡Tin Tan se te extraña!
te extraña la risa,
te extraña la vida cada vez mas gris.

Y déjame contarte mirando hacia el cielo,
este gran secreto que apenas sentí…

Si guardas silencio y escuchas con calma,
desde tus adentros podrás escuchar,
un sonido firme que vibra en el pecho,
y a cada latido repite Tin Tan…

¡Vivirás pa´ siempre mi carnal, topillo,
vivirá la chiva, vivirá Germán!

Porque mientras lata el corazón humano,
tu nombre grabado siempre quedará.

Navegare noche adentro en tus ensueños



Navegaré noche adentro en tus ensueños,
Para reconocerme ahí con voz de luna,
Andaré sueño adentro mis desvelos,
Y robare un instante a la fortuna.

Ávido de ti, con hambre voraz de fantasías,
Recorreré caminos de secretos,
Soñaré pues no tengo más remedio,
Con tus manos llenando mi vacío.

Retaré sin temores al abismo,
Dispuesto a enamorar al amor mismo.
Sonreiré complacido ante el concierto
De las hojas de los árboles y el viento.

Invitaré al tiempo a beber cielo,
A ver si así lo distraigo de su paso.
Miraré alma abierta cada ocaso,
Para ser un poco sol, ola y silencio.

Hablaré con tierno afán con mis zapatos
Para ver si me regalan sus recuerdos.
Al aire hoy daré un fuerte aplauso,
Por ser mi cómplice, mi amigo y mi testigo.

Cantaré por cantar, ojos cerrados,
Abrazo a mi guitarra y mi poesía,
Viviré sin dudar y sin censura,
Desnudo y con el sol como armadura.

Rodaré sin destino aparente,
Más pleno en libertad como hace el llanto.
Seré asiduo espectador de las estrellas,
Lanzándoles mi amor ilusionado.

Daré hoy oportunidad a ese suspiro
De contarme sus penas y dolencias,
Le pediré me explique su insistencia,
Por vivir en mi, de mi y conmigo.

Abriré mi fe de par en par con inocencia,
Dejando que se pose lo divino,
Que me llene de esperanza permanente,
Que le de a mi Valentía al fin sentido.

Repetiré mi nombre al infinito,
Lo diré de mil formas y maneras,
Para ver si la historia se lo aprende,
Y le cuenta de mi a la primavera.

Sembraré con plegarias un jardín,
Con flores de oración al universo,
Haré que cuando leas cada verso,
Recuerdes sin dudar que somos uno.

Mi Dios



Quiero estar bien
y ya no sé cómo hacerlo
sé satisfacer el cuerpo
que se muere día a día.

El hambre de sustancias
nauseabundas en conjunto
que llevan los gusanos
bien adentro.

Me gusta cuando escucho
a los que hablan
de un futuro que vendrá
y no entienden ni siquiera por qué viven.

Ya lo que viene es mejor, suelen decir;
era lo que Dios quería
¿de que Dios me hablan?
su Dios y el mío no es el mismo.

El suyo se ha ocultado detrás de la mentira
de la culpa regalada,
de la herencia de dolor
y la de sangre.

El mío me permite ser su dueño
se oculta entre las hojas secas rotas
se asoma entre las alas de palomas
matiza el cielo de color de rosa,

Mantiene a flote el globo
que hace hermosa
la sonrisa de los niños
mi Dios goza.

Goza cuando la música grita fuerte
cuando los labios de los jóvenes se tocan
cuando los perros se revuelcan en la tierra
y los pandas comen más de lo que pesan.

Goza el canto del delfín y el de la abuela
goza el guiso y el aroma de la tierra
es tan hombre y tan mujer como ninguno
es mi héroe, mi cariño, él es mi amigo.

Ve a buscarlo tú en manada,
ve pastando en el gris cemento, frío esclavo
ve por dosis en gotero, ve por nada,
por limosnas, por mentiras y estructuras.

Ve por piernas, brazos, lengua, sangre y clavos
llora y gime de rodillas, paga amparos.

La piel se va secando
sin sentido
tú vives de esperanzas
¿Más que esperas?

Mi Dios esta conmigo
mientras canto
viene a mi y esta conmigo
cuando caigo.

Me acompaña cuando bebo de la noche
cuando el humo de los otros me ilumina
cuando corro y me desnudo como niño
y visto de mentiras lo oportuno.

Cuando araño las paredes, cuando lloro,
si golpeó, si me rompo, si me matan,
no se aparta de mi lado aunque tratan,
los que venden diariamente peroratas,
de arrancarlo de mi alma tristes vacas.

Soy con él el más humilde limosnero.
Soy zacate, soy rastrojo, soy esmero.
Soy la tinta de la pluma; soy sincero.
Soy con él un poco Dios, soy lo que quiero.

El duende de la esperanza



Ahí escondido entre la noche y un suspiro
habita el duende gris y azul de la esperanza
que se sonríe y con su mirada mansa
espera al tiempo a que regrese con su amigo.

Amigo fiel que supo ser su amigo
caricia firme, mano que rescata
presencia siempre, pero presencia grata
de un niño humano que al duende dió cobijo.

Pasaba el tiempo, que es lo que el tiempo hace
el duende flaco y con frío en la garganta
seguía mirando sin mirar hacia el vacío
y creyendo aún como nadie más creía.

Y a punto ya de fallecer el duende.
Tocó su espalda la mano conocida
mas no era el rostro que su mente veía
muchos años contaban las arrugas.

Se vieron lento y el duende fue espontáneo
el hombre aquél ya no sabía cómo
pero lloraron juntos sellando con su abrazo
el pacto eterno de no alejarse nunca.

El hombre así sonrió con esperanza.
Halló el camino de vuelta a ser un niño
el duende supo su trabajo al fin cumplido
al ver al hombre aquél jugar con el rocío.

A esa promesa



Como una luz difusa
allá a lo lejos
en una oscuridad
casi completa.

Ahí te encuentro a ti,
sin nombre, sin rostro,
sin pasado, sin futuro,
mi promesa pura de amor.

En un instante pleno
repleto de suspiros
la mirada solo vaga
con deseos de encallar.

Acaricio a las estrellas
a esas que aunque no las veo
se que están ahí,
detrás del nublado lienzo de mi noche.

Duele la carencia del abrazo
ese que tibio relaja mis sentidos
y va rompiendo mis barreras
con el íntimo latir de la ternura.

Es saber sin duda alguna
que se rompió mi esencia,
que renunció mi fuerza,
que muere parte de mi ser con amargura.

Es extrañar sentirse bien,
extrañar sentirse amado,
habitando el útero irrompible
de un milagro.

Mi fe, mi certeza en el amor,
es la mirada perdida del demente,
que apunta hacia la luna,
para señalar su hogar y su guarida.

Cuándo guardo silencio
me aburro de mí mismo
masticar nuevamente historias grises
y rumiar la enseñanza del fracaso.

Y al hablar he visto
cómo algunos me han llamado
inclusive afortunado,
por haber vivido así y sentido tanto.

No hay nada mas seguro y temeroso,
que vivir el dolor de lejos,
que llorar por contagio en la tristeza
y mirar la agonía que se aleja.

¡Pero bendito es el que vive con la duda!
del dolor, angustia, muerte y vida,
y va en el viento viajando
en una hoja.

Miro a mi alrededor la luz persiste,
artificio del hombre que ambicioso,
suplantó a la luna y a su brillo cadencioso
y me dejó sin ojos, para ver lo que ahí existe.

¿Cómo atrapar la dicha o la sonrisa,
dentro del corazón; no en una foto vieja?
¿Cómo retengo ése día en mi memoria,
en que el destino entero me habló por vez primera?

Mi cuerpo sigue en pie,
mas no mi alma,
ella se retiró de mí sin brillo,
mirando mi lamento que no acaba.

¡Y me alcanzó el futuro!
la profecía no cumplió con esa fecha,
no toque el cielo, no desplegué mis alas,
¡no fui, no soy!! ya no seré!

Qué me queda
sino hablar de la promesa,
esa eterna e infecciosa
que te arrastra.

Es que te ciega por voluntad propia,
y por anhelo,
ésa que te cobra en sangre,
sudor, llanto y desvelo.

No me queda si no contar de la promesa,
como ése que vio aquel cometa
de cauda tornasol
quemando estrellas.

Como el que vió a un gigante
decorar con nieve los volcanes
o exprimir cada nube en su camino
para hacer así, nacer un río.

No me queda mas que aullar por la promesa,
esa que incendia el pecho y las entrañas.

Esa que es fuerza bruta
y tempestad altiva
esa que marca tu sino
hacia la frustración eterna.

No me queda más,
que gritar que esa promesa,
es veneno que asesina, que hace a príncipes dejar trono y fortuna,
los hace hacerse amigos del mendigo,
persiguiendo ese segundo, tan repleto de promesa.

No me queda más, que rendirme a la promesa,
a esa que habla de amor, del amor puro,
del amor mas perfecto y mas sincero.

No me queda más,
que ver al infinito
y gritarle a esa promesa… ¡¡¡Yo te creo!!!

Baila con el amor



Baila con el amor, cuando la noche cae
Siente su sencillez, su humanidad,
Baila con el amor para sentirte vivo
Para saber que el mundo es un lugar mejor.

Baila con el amor despacio asi sin tiempo,
Deten tu respiración para poderle ver,
Baila con el amor bajo la luna llena
Deja que los hechizos acaricien bien tu piel.

Baila con el amor, con musica de grillos,
Con sonrisas de niños, con un dulce cantar,
Baila con el amor cuando se pone el dia
Disfruta su alegria derráma su cancion.

Baila con el amor, para que sienta siempre
Para que nunca se le ocurra huir, volar, partir,
Baila con el amor y abrazale muy fuerte
Para que viva siempre fundido asi en los dos.

Y aquí está el hoy



Y aquí está el hoy con
los ojos bien abiertos
esperando que lo saquen del olvido.

Lo han dejado solo
para morir de tristeza y añoranza,
lo han dejado mudo
al no querer ya escucharlo.

Su poderosa presencia
ha sido apartada y perdida
su cuerpo se ha entumecido
por no tener a dónde ir.

Y es que el hoy
ya a nadie importa,
todo mundo se preocupa por ayeres que no están,
por futuros que no llegan,
por promesas inconclusas
y recuerdos sin razón.

Y no, no estoy hablando del hoy,
que vive triste el inconsciente o el cobarde,
o el adicto,
no es el hoy de la prostituta.

Me refiero al hoy
que brilla, que valiente
late dentro, recordándote en silencio,
que estas vivo, ¡que estás hoy!

Me refiero al hoy que se vive,
que se respira y se goza,
al hoy que se bebe a sorbos
y te sacia el corazón.

El hoy de cumplir andando,
un pie tras el otro lento,
o tal vez correr muy de prisa
hacia alguna dirección.

El hoy que hace diferencia
el hoy que marca conciencias
el hoy que cambia una vida
el hoy que te hace Dios.

A ese hoy, hoy me refiero
y por ese hoy, hoy yo quiero
gritar desde lo más hondo
y despertar al mundo entero.

Para así saber de cierto,
que se vive en esta tierra
y sentir que somos uno,
despertando al menos hoy,

Hoy amor, hoy hermano

Hoy bondad, hoy ser humano

Hoy entrega, hoy ternura

Hoy hijos, padres, hoy dulzura

Hoy unidad, unión, hoy todo

Hoy Dios, creación, hoy canto

Hoy consuelo, hoy sanación

Hoy deseo, hoy bendición

Hoy baile pleno, hoy alegría

Hoy construir, hoy fantasía

Hoy reflejo, hoy horizonte

Hoy cachorro, hoy rinoceronte

Hoy estrella, luna, hoy flor fragante

Hoy arcoiris, hoy hierba danzante

Hoy mar, arena, hoy ola constante

Hoy nacer, morir, hoy brillante ocaso

Hoy hablar, oír, hoy escuchar

Hoy volar, hoy levantarse

Hoy llorar, hoy curarse

Hoy decidirte, hoy alcanzar

Hoy abrazar, acurrucarte, hoy suspirar

Hoy besar, acariciar, hoy amarte

Hoy mirar, observar, hoy regalarte

Hoy soñar, hoy aquí, hoy ahora.
Hoy soy, hoy seré, hoy sin demora,

Viviré hoy, cada minuto hoy, cada segundo hoy, hoy cada hora,

Hoy soñar, hoy aquí, hoy ahora.
Hoy soy, hoy seré, hoy sin demora.

Morena de mis amores



Morena tu piel
cálida tu alma
tu rostro bañado
de plácido sol.

Moreno tu ser
bendita tu estampa
con los ojos llenos
del más puro amor.

Como flor abierta
como nido listo
como abrazo grande
me esperabas tú.

Morenos tus labios
llenos de poesía
llenos de ternura
llenos de soñar.

Tu cabello brilla
decidido a todo
a atrapar el viento
y a usar a la luna
como prendedor.

Tu cuerpo me llama
me da, me alimenta
me cubre y me aleja
de todo mi mal.

Morena, morena
tu vida me llena
tu olor a esperanza
franqueza y pasión.

Me inunda y me ahoga
me salva y condena
me hace esclavo y libre
me hace sonreír.

Morenita mía
mía más que nunca
borraré las huellas
de tu soledad.

Te veré de lejos
te querré muy cerca
sembraré canciones
en tu intimidad.

Morena te pienso
cuando estoy despierto
cuando estoy dormido
te pienso aún más.

Te hablaré algún día
morenita mía
de todo, del mundo
y de su maldad.

Para que mantengas
la cautela atenta
para que protejas,
tu gota de Dios.

Morenita mía
clávate en mi pecho
y florece grande
en mi corazón.

Se llegó el momento de hablar de mi origen



Se llegó el momento de hablar de mi origen
De esos dos pilares que me dierón forma
Que me dierón nido, que me dieron luz,
Palabra, voz, canción y sueños.

Como describir el mágico designio
El instante mudo en que su corazón
Hablando con su alma y complaciendo a Dios,
Se desprendió de un trozo de ilusión y vida.

Y aún a pesar del tiempo y de lo inoportuno
Llegué siendo promesa y su más fiel creación,
Desvelos, reflejos, flores, consejos,
Jardines y perros.

Cachorro humano de torpe caminar,
De plantas planas y corazón grande,
Pero testigo y fruto de un amor silente
De una juventud desbordante y creciente.

Mi Valentía infantil mi arrojo fantasioso
Hecho con sus manos, sus ojos, su miel,
Su voz quedó grabada muy dentro en mi ADN
Más dentro todavía palpita su pasión.

El pueblo, el barrio, el kiosco, la azotea,
La luna siempre abierta, el sol, el malecón,
La música de ustedes, sus modos, sus maneras
Sus gritos, sus miradas, conforman este yo.

Escapar, romper, comparar, juzgar,
Correr a ningún sitio volver dentro al hogar,
Bebí savia bendita, fortalecí mis huesos,
Crecí mas que mi cuna y confronté al dolor.

Soy yo sin discusión, pero también soy ustedes,
Soy dueño de mi con Dios pero soy hecho por seres,
Seres de mirada plena de sonrisa a toda luz,
Destinados a ser grandes, a surcar el cielo azul.

Puños en el aire, reto a la manada,
Fuego permanente, lucha y compasión,
Viva la locura Que nos asegura!
Viva nuestra obra! Un cuarteto en sol mayor!

Nos faltaron fotos, videos, retratos
Que dejaran huella de la inspiración,
Años han pasado, medidas humanas,
Pero permanecen en el corazón.

Gracia por mi vida, gracias a los dos,
Por equivocarse y por tener razón,
Gracias por ser padre y madre noche y día, día y noche
Por hacerme toro y dragón, lobo de jade.

Gracias por mi vida, gracias a los dos
Magnífica eclipse, bendita su unión
Gracias por mi vida, gracias a los dos,
Mitades de ayer, de siempre, de amor.

¿Te acuerdas de aquél lugar en dónde vivía el amor?



¿Te acuerdas de aquél lugar en dónde vivía el amor?

No estaba muy alto el techo,
pero con ventanas grandes,
entraba el sol a jugar a cierta hora del día,
y nos hacia gotear,
cariño, ternura y sal.

El piso ya estaba viejo,
con una alfombra café ¿te acuerdas?
no entraban muebles muy grandes,
pero la esperanza cabía toda.

Tenía un baño pequeñito, con un espejo opaco,
ahí lavé mis penas y dolores,
y me bañé con sueños y flores.

Se amontonaron tus cosas y la mías,
como queriendo pelear por el espacio,
pero después de platicar lo entendieron,
y al fin se acomodaron para vernos, platicar,
reír y amarnos.

¿Te acuerdas de esa cocina?
se enojaba por la ausencia,
por la falta de experiencia
y de pericia de ambos.

Me acuerdo bien de los muros
que en arranques de locura
por celos y por coraje,
recibieron tantos golpes.

Pero nada pudo nunca,
hacer que el amor se fuera,
todavía me pregunto,
¿por qué nos fuimos de ahí?

Olvidándonos de todo
de la ternura, de la alegría,
del diario construir de un mundo,
en que todo era perfecto.

Nos marchamos y perdimos
el detalle mas divino,
¿cómo fuimos a olvidarnos
que el amor vivía allí?

Mi felicidad traviesa,
se quedó por el camino,
y jamás volvió a mis brazos,
entre sombras se alejó.

Todavía miro hacia arriba,
al pasar por esa calle,
se me atora en la garganta
el nudo del desamor.

Se me llena la mirada
de un llanto que huele a miedo
de saber, que por la prisa,
de una vida sin sentido.

Nos marchamos y perdimos,
al mas fiel de los amigos,
como fuimos a olvidarnos,
¿qué el amor vivía ahí?

Y ni tú ni yo pudimos,
hacer que el amor nos siga,
todavía me pregunto…

¿Por qué nos fuimos de ahí?

Hoy me bebí la noche de un tragote



Hoy me bebí la noche de un tragote
y me empanzoné de luna,
qué sabroso es retozar mirando al cielo,
con una sonrisa grande, que pareciera cosida,
con hilo de oreja a oreja,

Y pensar cosas tan bellas, que saben a pura miel.
Qué bonito es recordar ese segundo,
en que un beso te seduce y deja sobre tus labios,
su esencia todita entera y gotas de desnudez.

Qué grande es sentirse amado, aunque sea por un momento,
al fin de cuentas el cuento, acaba como uno quiere,
al menos cuando se piensa y el pensamiento es un sueño,
disfrazado de ilusión, con ropas de fantasía.

¡Ah qué bendición la mía!
suspirar hoy por la noche
sin hacer ningún reproche ni al mundo ni a lo mundano,
gracias le doy a mi hermano y a la humanidad completa,
por dejarme sin complejos ser quién soy, un ser humano.

Tú, que añoras la luz



Tú, que añoras la luz,
¡cuánto te quiero!
tu deseo tan humano, tan tangible, tan real,
hecho de semillas de vergel y de canciones,
hecho de caricias, abrazos e ilusiones.

Tú, que añoras la paz,
¡cuánto te quiero!
esa paz del cariño más sincero
del beso de la mujer, que te ame entero,
esa paz hecha de nubes y embelesos,
esa paz hecha de sueños y conejos.

Tú, que añoras ser feliz,
¡cuánto te quiero!
ser feliz cuando las manos te acarician,
cuando lo material se vuelve trono de tus alas,
ser feliz cuando te ríes
y un entorno te acompaña.

Tú, que añoras el amor,
¡cuánto te admiro!
por tu fe, bello cobijo del nacimiento
del alma y la inocencia.
Tú que añoras el amor te lo aseguro,
este mundo será tuyo, cuando los que como yo,
sin nada; se retiren en silencio,
para en oración profunda, celebrar tu gran empeño.

Tú, que vives por tus metas,
¡yo te digo!
sigue y lucha que tu fuerza,
le da vida a los gusanos y a la hormiga,
para construir imperios de cenizas,
para demostrar al mundo día a día,
que eres príncipe del cielo y alegría.

Tú, que añoras el amor,
¡cuánto te quiero!

Hoy quiero que juguemos



Hoy quiero que juguemos
aunque sea un poquito
jugando a que me quieres
como te quiero yo.

Hoy quiero que juguemos
sin prisa y sin temores
jugando a que me sueñas
como te sueño yo.

Hoy quiero que juguemos
a estar llenos de risa
juguemos a ser libres
a ser ternura y voz.

Hoy quiero que juguemos
no importa que nos miren
desnudos de prejuicios
sin tiempo así los dos.

Hoy quiero seguir vivo
quiero esconderme al miedo
correr más que la angustia
burlar mi soledad.

Hoy quiero que juguemos
a perseguir al viento
a hacer con mil abrazos
un nido de ilusión.

Hoy quiero que juguemos
hasta quedar dormidos
vestidos con la luna
jugando así al amor.

Roto



Roto, silente y a obscuras
Detrás de la tristeza y la melancolía
Hojarasca inerte y ruidosa
Alfombra de llorar y de reclamos.

Pesada incertidumbre de los días
De la duda cruel y lastimosa
Del sabor amargo en la boca
De la mirada que recorre todo y nada.

Dolor por dolor cuento los logros
Vale más el recuerdo que el olvido
Rescato de las notas y canciones
Un suspiro mudo de palabras.

De que vale la fuerza si se acaba?
De que vale la luz que nada baña?
Quien vive en la sonrisa permanente?
Quien es el ruiseñor de lo prohibido?

Alarido que quisiera que oyeras
Así suena mi alma por las tardes
Cuando cansada de buscar se desmorona
Y se oculta para odiar más primaveras.

Se duerme cansado de no poder
De no llegar, de no sentir mas que lo mismo
Angustia de noches, días, meses, años
La risa se hace mueca tormentosa.

Viento que juega impetuoso
Arrastra y limpia la vida toda entera
Para tomar de nuevo los caminos
Para borrar una a una indecisiones.

Roto así sin saber que fue primero,
Que daño? Que dolor? Que trunco intento,
Trato solo trato de escucharme,
Pero el ruido en mi interior lo ensucia todo.

Nacer con dolor del dolor mismo,
Saberte parte infima del ciclo,
Robar al instante su caricia
Morir sin morir, sueño sincero.

Vámonos de aquí



Vámonos de aquí, hoy me lo pide el alma, me lo exige,
Vámonos de aquí sin duda alguna, recoge tus maletas
Y vámonos de aquí, cárgalas de sueños pero antes vacíalas de dudas,
Sacude de dentro de ellas la tristeza y todos los sinsabores,
Deja espacio para la alegría y el amor mas grande y vámonos de aquí.

Vámonos de aquí, sabias palabras recogidas desde dentro,
Escuchadas tantas veces en tantas partes, comunes y corrientes al oído,
Hasta que son dichas con la voz del deseo profundo de la felicidad,
Por eso hoy te digo vámonos de aquí, solos los dos, llenos de ti y de mi,
Vámonos ya! Vámonos de prisa, vámonos de aquí.

Vámonos de aquí, el destino poco importa, llegaremos a algún sitio,
Y lo haremos nuestro y lo haremos vida y lo haremos sin pensarlo,
Vámonos de aquí, aquí no se nos quiere, no se nos entiende, no se nos acepta,
Vámonos de aquí a vivir nuestra locura, locura toda tan llena de amor y de pureza.

Vámonos de aquí a conquistar la luna y reclamarla como nuestra, vámonos de aquí para llamar a un río por su nombre y a un árbol por su apodo y a la vida hablarle ya de tu y sin respeto. Vámonos de aquí, sin dejar rastro para que no nos sigan las mentiras y los errores de esta vida y de este tiempo , vámonos de aquí hoy que podemos, escapemos de una vez y para siempre, solo di que si y vámonos, vámonos de aquí.

Dime de una vez si es que eso quieres, no quiero ver la duda en tu mirada, no quiero que tu cuerpo se arrepienta de mi cuerpo, no quiero verte gris si es rosa el cielo, no quiero que se rompa esta verdad, Dime de una vez si es que te atreves a sentir el viento de la felicidad, dime por favor que iras conmigo, no me quedan mas abrazos que los que te he dado ya, dime que seguirás así a mi lado y serás tu quien rete a mi soledad.

Vámonos de aquí dilo en voz alta! Sin miedo al que dirán y a lo prohibido, di segura y sin temor a equivocarte, que quieres marcharte por siempre de aquí,
Vámonos de aquí lo llevo todo, traigo el sueño eterno, la voz que cuenta cuentos, de comer traigo amor y beberemos besos, traigo mis manos para tomar las tuyas, traigo el reflejo del sol en un frasquito y una promesa de siempre estar mejor atada a un hilo.

Vámonos de aquí, dilo en silencio para que no despierte la realidad tirana, y nos rompa nuestra tierna travesura, vamonos de aquí, dilo despacio y en lo oscuro para que no nos vean los que envidian, para que no nos escuchen los que privan.
Vámonos de aquí, siempre sonrientes, recoge girasoles del camino para adornar un mundo solo nuestro, que llamaremos hogar, refugio y nido.

Ayeres de luz



Ayeres de luz,
recuerdos de viento,
una mirada lo fue todo para mi,
se congeló de pronto el tiempo.

¿Cómo fue que así,
tan de repente y sin aviso
en tan pequeño cuerpo
apareció un cariño?

No sé si lo sembré en la noche,
o tal vez cuando fui niño.

El caso es que estas aquí,
con tus manos extendidas,
hacia arriba en ese entonces.

Toda tú, ternura viva,
toda tú, vida hecha niña.

Te tomé y en un abrazo
tuvo mas sentido el mundo
y los perros retozaron
con sus panzas hacia el sol.

Las flores y las hojas de esos árboles testigos,
de mi juego con tu amor,
de el enlace de tu historia con la mía.

Te llevé sobre mis hombros sin miedo,
por un instante fui gigante
y protector, amigo y cielo.

Tu sonrisa se grabó
todita entera en mi ser
tu mirada me tomó desprevenido,
y fui honesto.

Te di todo de mí cada plegaria,
misterio, canción y cuento,
te di mi amistad, mi mano plena,
para llevarte a dónde quieras y decidas.

Me repusiste la esperanza
y el suspiro,
mi abrazo volvió a ser grande
y refugio y también nido.

Que la distancia,
poco importe cada día,
si me piensas soy de ti
y estoy contigo.

Hoy tal vez mas viejo,
hoy tal vez mas gris,
hoy tal vez mas muerto.

Pero mi niña,
eres mi brazo, pierna, mano, voz y llanto.

Y sé que hoy ya mas mujer,
todo ha cambiado
sin embargo, mientras tenga
esta memoria.

Volveré a ese parque solo nuestro,
y alcanzarás las hojas, las estrellas y tus sueños,
cuando entre mis manos seas libre mariposa,
mi niña de ojos grandes y bonitos;
mi princesa, mi preciosa.

¿A quién acudo si me duele el alma?



¿A quién acudo si me duele el alma,
a quién acudo para encontrar refugio?
¿Si la tormenta de la desilusión obscura,
golpea a mi ventana, a dónde voy, con quién?

¿Si me dueles tú y el dolor es de ti,
si es por ti; con quien platico?
¿Con la maldita soledad, con el silencio,
que solo espera un instante para tomarme
con la guardia baja,
y hacer de mi su marioneta?

¿A quién abrazo si el amor se duerme,
cansado de bregar sin un camino?
¿A quién le canto mi vida, si la anécdota ocurrida,
es de ti y por ti y es nuestra…?
¿A dónde voy si no estas a pesar de estar tan cerca?

Me grita el alma, me reclaman hoy mis manos,
¿Dónde quedó esa fuerza para retener lo bueno,
dónde quedó la conciencia y la voluntad unidas
convencidas de que juntos veríamos el fin de nuestras vidas?

¿A dónde voy si el destino, de mi camino es tu pecho?
¿Cómo me alejo de ti y por ti si te llevo dentro?
¿Cómo se toma distancia de la sombra o del recuerdo?
¿Cómo me marcho de ti y por ti?

Si eres la cadena que me une a este presente,
que le da sentido al mundo, que me llena, me embelesa,
que me hace suspirar profundo…

¿Cómo vivo si me faltas, si tu mirada me huye,
si tus labios se disgustan y tu beso se recluye?

¿A dónde voy a encontrarme, si ya me encuentro contigo?
¿Con quién sollozo en silencio, soñando una infancia eterna?
¿A quién llamaré mi amiga o mi amante o fantasía?
¿Para qué me marcho fuera, si dentro esta lo que quiero?

¿Cómo hablarte libremente del dolor que llevo dentro?
si el dolor lleva tu nombre,
y es tu nombre, su remedio.

Chapul



¡Ah caray!

Hoy que estoy de nueva cuenta
tumbado sobre mis espaldas en la hierba fresca,
en el zacate verde, mirando hacia el cielo
con sus nubes gordas.

Se paró sobre mi pecho un chapulín
y así sin mas se acomodó
y con sus patitas
me empezó a cantar.

Fue solo un momento pero fue grandioso
así sin pensarlo se posó en mi vida
tal como nosotros
pisamos la tierra.

¿Quién sabe quien sea
aquél que nos mira
mientras deambulamos
de aquí para allá?

Y de pronto nada
de un salto gigante
se fue de mi vida
el negro chapul.

Tal como nosotros
de un salto chiquito
dejamos la vida
y volvemos al sol.

Andaré dentro tuyo



Andaré dentro tuyo
como loco furioso
cubierto con la noche
envuelto con tu piel.

Andaré entre tus venas
daré vida a tu sangre
comeré de tus quejas
que me nutra el amor.

Andaré dentro tuyo
revisando tu pecho
devorando pasiones
sin parar de soñar.

Andaré por tu espalda
marcaré mis anhelos
como huellas de vida
me hundiré en tu mar.

Andaré por tus muslos
con curiosa mirada
grabaré en mi memoria
cada palmo de piel.

Andaré dentro tuyo
sin pedirte permiso
serás mía sin prisa
toda imaginación.

Andaré por la vida
seduciendo fantasmas
partiré madrugadas
en mentira y pasión.

Andaré dentro tuyo
si me das el motivo
el pretexto perfecto
a mi anhelo de amor.

Ese muñequito mio



¿Qué por qué compré ese muñeco,
tan roto y feo me preguntas?

Y fue porque me dió ternura
verlo ahí tirado
todo lleno de tristeza,
de polvo y de mugre fría.

Y si ya sé que no está bonito
pero igual es un muñeco,
ve tú a saber en que lucha
o en que batalla campal
perdió un zapato y la risa
y los tres botones negros
de su fea y gris camisa.

Y si ya sé que no sirve
para que todos lo envidien
como aquél juguete caro;
pero es que lo vi perdido
sin entender su destino
con un ojito borroso
de llorar por cada niño.

Y si ya sé no me lo digas
tiene descosido un brazo,
me imagino que tratando
de aferrarse a la alegría
por poco pierde esa mano
y su esperanza hoy vacía.

¿Qué entonces para qué lo quiero?
Que ése muñequito mío,
en vez de estar en mi cama
pertenece a un basurero.

Qué se te hace tan raro.
Qué desentona en mi casa.
-me preguntas- ¿Qué le veo?

Pues bien debo ser honesto.
La primera vez que lo vi, pasó desapercibido.
Pero, cuando lo tomé en mis manos.
Vi la promesa en su rostro.
Vi su deseo tan grande.
Vi su pasión de gigante,
y en seguida lo compré.

Y es que ya ha sufrido mucho.
Ya me lo contó despacio.
Con sollozos en silencio,
con revelaciones mudas.
Ya me dijo de su miedo,
me repitió treinta veces,
si tan solo… si tan solo…

Me susurró que hace tiempo
sentía al mundo su sitio,
hoy no entiende lo que pasa,
ni le importa lo que venga.

Y es que lo vi ahí rodeado
de otros juguetes sin rumbo.
La gente iba y venia
como marejadas tontas,
ignorantes al instante,
a la magia del segundo
en que su rostro pintado
te hacia eco en lo profundo.

Me platicó lo duro que era
estar relleno de trapo
de su desesperación a veces
por no poderse lavar
por no poder levantarse
e irse corriendo a algún sitio,
donde pudiera jugar
y ser siempre bienvenido;
por no tener un hogar.

¡Y lo compré porque quise!
y porque pude también
sentí la misericordia,
me sentí un instante bueno,
bien valen unas monedas
sentirme parte del cielo,

Y vieras con su mirada
cuántas bendiciones dijo
y a pesar de tener miedo,
me dijo que yo era su amigo…

¿Entiendes ahora el por qué,
mis razones y motivos?
Ese muñequito triste
se parece tanto a mi
y él sin decir casi nada
se identificó conmigo.
Lo salvé, eso me dijo,
y él me enseñó a caminar,
a pesar de los dolores,
de la tristeza y la pena,
a pesar de los errores.

Me dijo que me mantuviera firme
que llegaría ese día,
en que alguien me vería,
me recogería del piso,
y por mi unas monedas
con gusto entregaría.

Y podría aunque roto
descansar por fin tranquilo
y sentirme protegido
y lleno de amor y cariño
y podría como nunca,
saberme completo y vivo.

Seré breve



Duele la maldita brevedad de mi embeleso,
duele vestir de adioses cada rezo,
sin dirección alguna, así nomás,
así perdido.

Duele cuando se entiende tiempo-espacio,
lo ínfimo del diario ir y venir
de una y mil eras.

La brevedad del beso,
que marca con saliva un vigoroso pacto,
lleno de humanidad y de amor santo.

Pero se paran, se detienen esos labios,
sólo para reconocerse separados,
lejos uno del otro condenados,
a mendigar oscuridad con fiel reclamo.

Es breve aquel instante misterioso
en que el ave verde jade vuela y zumba
mostrando su figura pequeñita,
con forma de milagro y colibrí.

Es breve lo que dura la palabra,
entre la boca, la garganta que la emite
y el oído que está lejos,
que la escucha.

Más breve aún es el mensaje que pretende,
con alma hecha de fuego,
marcar vidas inyectándoles
con savia hecha de luna.

Es breve la presencia que me anima
posándose en mi piel, la catarina,
que abriendo ya sus alas va y se aleja,
dejándome recuerdos, moralejas.

Es breve la caricia acompasada,
más breve es aún esa mirada
que por mucho que pretenda seguir fija,
se pierde y se aleja de su amada.

Que breve fue mi infancia, la recuerdo,
apenas en las noches, madrugadas;
fue breve el tiempo del afecto,
breve el juego, la sonrisa, la esperanza.

Breve la inocencia hoy convertida
en monstruo miserable que se aleja,
hacia un retiro cruel,
mentiras viejas.

Breve la sonrisa,
breve el llanto,
breve el espacio
que Milanés pregona.

Breve la fuerza
de todas las personas
breve el deseo,
breves las olas.

Si recorriera ayeres, si pudiera;
vería en un instante media vida,
como cuentan aquéllos que a la muerte,
han podido ganarle una partida.

Breve tú, breve yo,
breves los mundos, que miran hacia el nuestro, desolados;
sin entender por qué nuestros soldados
son niños que van asesinando a sus banderas.

Breve la flor,
breve es el fruto,
breve es el agua convertida en ocasiones
en rocío.

Otras veces disfrazada de agonía
recorriendo cuesta abajo
las mejillas.

¡Caray!, cómo es de breve, la caricia que se regala
hecha canción y melodía,
que breves son las horas de mi sueño,
aunque parezca estar dormido todo el día.

Y así cubierto de brevedad completa,
de insultos e improperios me despojo,
para purgar un poco de mi enojo,
por no entender lo breve de mi historia,

Ésa que junto a ti me supo a gloria,
y hoy es sólo un recuerdo en mi memoria,
si breve es todo lo que vive junto.

¿Por qué no se termina éste dolor que siento
de ver la brevedad que represento
en tu vida, en tu quehacer,
y en tu alegría?

Breve sombra, breve arrullo, breve cuento
que arranca y despelleja,
furia y celo.

Breve todo o casi todo ahora lo entiendo,
sólo Dios se quedará para el momento,
en que baje su telón el universo.

Breve nombre, breve suspiro,
breve intento de detenerlo todo,
en el silencio de tu espalda desnuda, al descubierto.

Breve adiós,
breve llanto,
breve siento; que entre tanta brevedad al fin me pierdo.

Breve adiós,
breve llanto,
breve siento; que entre tanta brevedad al fin te pierdo.