Joe Góngora (Karönte)




Escritor mexicano nacido en el año de 1976 en la Ciudad de México.

A los 29 días del mes de Abril, se decidió por fin llegar al mundo y empezar su intento permanente por entender a nuestra maravillosa pero compleja especie.

A muy temprana edad se traslada su familia a la Ciudad y puerto de Campeche, lugar donde los atardeceres empiezan a exigirle a Joe que exprese en más de una forma su inspiración y sentir.

Hijo del Doctor José Luís Góngora Ramírez y la Doctora Alma Guadalupe Aréchar Narváez, de ellos hereda el gusto por la música, el canto y la lectura, siendo los primeros libros que llegan a sus manos regalo de sus padres, autores como Cervantes, García Márquez, Spota, Julio Verne llenan de fantasías y siembran en Joe la semilla de lo que más tarde será su poesía.

Viaja por cuestiones familiares a la ciudad de Loreto, Zacatecas sitio donde la provincia y sus áridos escenarios despiertan en él la vocación por la escritura.

Su hermano Nicolás Yahél Góngora Aréchar es el público al que lee sus primeras obras y con quien comparte madrugadas llenas de sueños e ilusiones adolescentes.

El ir y venir continuo de un lugar a otro de nuestro país colorea no solo el acento de Joe sino también se debate su corazón entre el kiosco y el malecón, y al final la azotea del Distrito Federal con sus noches sin estrellas llama de vuelta a Joe quien radica en la capital desde hace más de 13 años.

Compositor, cantautor, escritor y poeta, Joe se define a si mismo como un vagabundo, soñador, luchador eterno, dragón y guerrero del amor.

Estudia en la Universidad Autónoma de Campeche, y también en la Universidad Autónoma de México y según sus propias palabras de donde más aprende es de la vida misma y no siempre de la mejor manera.

“Quiero que mi poesía sea leída por el mundo entero, pretendo hacer eco en los sentimientos más profundos y reales, esos que nos hacen reconocernos como hermanos sin importar razas ni distancias…”

José Luís Góngora Aréchar (Karönte)

joegongora@gmail.com


SEP-INDAUTOR
Registro Número:
03-2007-101813404400-14

Se ha de marchar la luz de cualquier forma




Se ha de marchar la luz de cualquier forma,

Se han de ir las risas con el viento,

Con la brisa suave el impulso vital

Y con la lluvia se deslava el pensamiento.

 

Se ha de marchar la luz de todos modos,

Y quedara en penumbras la memoria

Que luchara sin duda valerosa,

Mas su derrota es clara, ignominiosa.

 

Se ha de marchar la luz de cualquier forma,

¿Para que pelear por poseerla entonces?

Habría que disfrutar su tiempo, corto tiempo,

Habría que silenciar la duda con un beso.

 

Se ha de marchar la luz ahora lo entiendo

Al platicar despacio con la blanca muerte

Que cansada reposa aquí un momento

Y recuerda a su amor con sentimiento.

 

Se ha de marchar la luz así esta dicho,

Por los grandes profetas y videntes

Que no quieren contarnos su secreto

Y mastican verdades entre dientes.

 

Se ha de marchar la luz me dijo un niño,

Que sin pesar se despidió del día,

Que sin dolor le dijo adiós al mundo,

Sabiendo que cumplió su cometido.

 

Se ha de marchar la luz y siento miedo

Debo reconocer mi humanidad completa

Y busco hacer un fuego en la caverna,

Mas duele comprender que me termino.

 

Se ha de marchar la luz ¿y a quien le importa?

Apáticos, perdidos y orgullosos

Se arrastran día a día los gusanos

Que niegan  sin dudar cada milagro.

 

Se ha de marchar la luz y no hay pretexto

Habrá que darse baños de sol, nube y franqueza

Habrá que devorar el inmediato,

Tendremos que exprimir el hoy, no hay mas remedio.

 

Se ha de marchar la luz y tu que esperas?

Di te amo, ¡grítaselo al eco!

Vacía por completo tus caricias

No te lleves nada del amor, déjalo entero.

 

Se ha de marchar la luz y yo en silencio

Espero como espera un buen amigo

Y nos veremos y en abrazo repentino

Seremos uno; noche eterna; solo mía.

Y te acercaste a mi


Y te acercaste a mi

ofreciéndome sincera

tu corazón herido,

cansado y roto

de esperar que se le quiera.

 

Y me dijiste así

sin palabras y empleando ese lenguaje,

hecho de impulsos y silencio,

que querías estar conmigo.

 

Y te escuché decir

una y otra vez historias tristes

que golpearon tu intención,

tu franca devoción

y tu alma entera.

 

Y yo frente de ti

inmóvil y expectante,

incierto e ignorante,

¿a qué decir, cómo decirlo

de qué forma?

 

Dejé pues que hablara

el tiempo mismo,

la noche se hizo día

y se acortó el abismo

se hizo la distancia inexistente.

 

Y recurrí al embrujo

de la mirada honesta

y recorrí tu cuerpo

con la mirada tierna

y supe en ese instante, te quería.

 

Y te acercaste a mi

con la propuesta guardada entre tus ropas

envuelta en tu cabello

oculta entre tus piernas.

 

Y te atreviste así

a despojarte del prejuicio

que asesina,

volcaste tu deseo fiel de niña,

de ser feliz o morir en el intento.

 

Y te acercaste a mi

con lo que nadie me hubiera ofrecido,

hasta aquel día,

la llave de tu tiempo y de tu vida.

y te acercaste a mi

dispuesta a todo

a derribar barreras

a superar fronteras

a derrotar fantasmas de un pasado.

 

Y te acercaste a mi

tanto y tan fuerte

que te fundiste en mi

yo me perdí en ti

y hoy somos uno solo,

amor, dolor, pasión y vida.

Dentro de ese tiempo




Dentro de ese tiempo, dentro de ese espacio puedo ser feliz sin duda alguna,

No están más en mí, los vientos fríos de la torpe soledad que se equivoca,

Y viene siempre a mí buscando nido.

 

Dentro de tu ser encuentro vida, hecha de llorar y fantasías,

Vida desgastada pero vida, ganas de sentir y ser sentida,

Puerto donde rompen mis lamentos.

 

Paredes cómplices de entregas clandestinas, de amor tan puro como la mentira,

Esa que pretende ingenua y débil,

Esconder la pasión en lo profundo.

 

Dentro de tu piel se esconde un grito, hambre de caricias todas tiernas,

Hembra en plenitud, alma serena,

Joven corazón tan destruido.

 

Dentro de tus ojos hay milagros, que valientes brillan con descaro,

Me hacen reflejarme como antaño,

Ganas de volar, al cielo hermano.

 

Dentro de tu voz hay un misterio, que me llena de ilusiones inconclusas,

Timbre que resuena en mis adentros,

Dosis de verdad en suaves verbos.


Dentro de un rincón atado al tiempo, suele aparecerse por momentos,

Hecha realidad mi dulce ensueño,

Repleto de promesa y buenos días.

 

Dentro de ti, vivir fundido, dentro de ti morir sin miedo,

Dentro de ti beber la vida, dentro de ti dejar la mía,

Dentro de ti cerrar los ojos, dentro de ti curar heridas.

 

Dentro de ti saber de cierto, dentro de ti volar despierto,

Dentro de ti sentir colores, dentro de ti pintar olores,

Dentro de ti grabar mi nombre, dentro de ti, dentro muy dentro.

Déjame vestirte toda



Déjame vestirte toda,

de esperanza y de sonrisa,

déjame cubrirte entera,

con costura hecha de sueños.

 
Déjame sentir tu frío,

para así entenderte toda,

por las noches ser tu manto,

y proteger al amor.

 
 Déjame vestirte de caricias,

de ilusiones, de ternura,

déjame darte  dulzura,

en un abrazo de amor.

 
Déjame sentir tu miedo,

que me erice por completo,

que me recorra la espalda,

y cuando confiado y terco,

el miedo se sienta grande;

lo destroce y te lo arranque,

del corazón de un tirón.

 
Déjame vestirte toda,

por completo de alegría,

la sacaré del recuerdo,

de los libros, de los cuentos.

La sacaré como sea y te juro,

que te vestiré de cielo.

 
Déjame vestirte vida,

de miradas que platiquen,

que trepen, jueguen y brinquen,

en tus hombros y en tus labios,

y se posen suavecito en tus ojos

y en tus manos.

 
Déjame vestirte ahora,

que tengo el deseo dentro,

antes de que el descontento,

vuelva a mi como una ola.

 
Déjame vestirte lento,

para que con picardía,

me aprenda tu geografía,

me aprenda tu desnudez.

 
Déjame vestirte siempre,

o mientras la vida alcance,

y en un te amo constante,

vestirte con mucho amor.


Abordo de una hoja de almendro



Abordo de una hoja de almendro, navegaré en un riachuelo,

Que se disfraza de charco, para ocultarse del tiempo,

Y sortear cada mentira, que rompe contra todo,

Que intenta sin decencia robarse mi tesoro,

 
Más no podrá la vida, quitarme lo que adoro,

Y de un salto gigante, repito lo que ignoro,

¿Qué será ser feliz, que será amar Amor?

¿Qué será descansar, cubierto de ilusión?

 
Se abre una compuerta, pasadizo secreto,

Y a los ojos del mundo me voy, me estoy perdiendo,

Me guardo un silencio atento, mientras mi lengua cuestiona,

¿cómo es que me falta el eco, de la bendita memoria?

 
Para recordar y sentir, y sentir de nuevo - digo-,

El sabor de la alegría, que tuve cuando era niño,

¡Corre!, grita un hombre en una cruz,

y voy flotando, volando en zancos,

 
y llego a ningún lugar a repartir la palabra,

¿Qué palabra?, algún, “ismo”?, ¿será acaso alguna, “ción”?

La palabra, ¿qué palabra?, ¡ya está!

¡AMOR-TAD ó LIBER-MOR, FELI-GRÍA, ALE-CIDAD!

 
¡Lara li, Lara la!

Que la lluvia baje ya, para que se disimulen,

Estos ojos que se caen, en gotas de no comprender,

En gotas de sentirlo todo,

 
Viene un viento burlón y frío, de esos que tiran sombreros,

De esos que levantan faldas, de esos que llenan de tierra los labios,

que mientras silbaban, se sorprenden empolvados,

haciendo gestos y muecas, tras el beso de ese suelo,

 
Y me voy en el viento ligero, suave, sin dirección,

Me voy, me fui, ya me he ido,

¿Quién se acordará de pronto,

Que algún día estuve aquí?

 
Un perrito se sorprende al verme pasar volando,

Y de pronto sale otro, y otro más y son tres,

Una familia de perros,

Que bien que se quieren bien.

 
Y estoy alto, muy alto y se encoge todo el mundo,

Y ahí donde todo es frío y silencio azul perdido,

Me reclaman al oído, los recuerdos, lo sentido,

Lo comido, lo bebido,

 
Y en un centelleo vivo, por un descuido sincero,

Aparezco nuevamente, convertido en este cuerpo,

¿cómo regreso a mi nube, cómo llego a mi universo?

¿cómo tripulo de nuevo, mi barca-hoja de almendro?

 
Y me visto de cordura, hecha de ladrillos grises,

Y me pongo los minuto, donde han hecho cicatrices,

Me guardo detrás de los dientes mis historias y mis cuentos,

Y me pongo la careta del que escucha siempre atento,


Y en el rabillo del ojo,

se instala siempre risueña,

La locura que paciente,

Para llevarme me espera.

Solo por Ti


Ojitos de canica (a Cooper)




Mi día empieza y termina contigo,

sin querer, sin pensar, solo es así,

tú alegre siempre, corres, saltas, vibras,

regalándote permanentemente.

 

Entiendes mas bien poco de prohibiciones,

la palabra “no”, nada te ha afectado,

sabes muy bien, sabes, que con tu mirada

consigues tu fin.

 

Ojos de canica, con tanta ternura,

despiden destellos de tu gratitud,

por una caricia que arroje un suspiro,

por esa comida que llega puntual.

 

No hay rincón ni cuarto, que no sea tuyo,

hoy eres más dueño que yo del lugar,

ojos de canica que a mis pies te duermes,

me has dado momentos que no tendrán par.

 

Te observo y aprendo,

de tus metas claras, de tu terquedad,

–quiero esa galleta–, dice tu mirada,

y parado en dos patas es tuya sin más.

 

Ojos de canica gracias por sentarte,

a esperar la noche, aquí junto a mi,

por cada ladrido, que me expresa tanto,

por tus patas sucias en cada sillón.

 

Por dejar tu rastro,

entre pelo y baba,

por las madrugadas,

hechas para aullar.

 

Por ser espontáneo,

por perseguir moscas,

por ser inocente,

por ser corazón.

 

Gracias por tu vida ojitos de canica,

por ser tan constante, consistente y leal,

por esas orejas que lo escuchan todo,

por ese dedo extra, único, especial.

 

Ojos de canica te soñé de niño,

no te tuve nunca y hoy llegas a mi,

misterioso el tiempo, de este plan divino,

que hizo que me hallaras en la oscuridad.

 

Ojos de canica, gracias por tu vida,

y por contagiarme de razón de ser,

ojos de canica por hoy ya es bastante,

ya es tiempo descansa, ve a tu lugar.

 

Ojos de canica, sé que solo esperas,

a que esté dormido para tu soñar,

y ahí en tu universo, en tu paraíso,

repleto de huesos para masticar,

 

Sábete mi amigo, cuando sientas miedo,

cuando tengas frío y no puedas más,

ahí para hallarte, para conducirte,

rascarte la panza y ser tu hogar,

 

Estará mi mano, ojos de canica,

estará mi abrazo y mi corazón,

ojos de canica tu duerme tranquilo,

y mañana juntos, ¡vivir y jugar!

Mi Mariposa




Mira ahora en lo que te has convertido

niña mía

tu mirada fue cambiando de manera imperceptible

tu manera de moverte, tu manera de soñar.

 

Y yo que imaginaba tan iluso y tontamente

que mi mano te servía como guía, ¡no que va!

eras tú la que mis pasos fue marcando con su vida

y sin saber mi día a día, era todo sobre ti.

 

Tus problemas eran míos,

de tus quejas yo el oyente

en tu frío fui caricia

en tu noche fui calor.

 

Que de golpe se marchitan

las promesas en el aire

que de pronto se disuelven

las palabras en el mar.

 

No me imaginé en la vida

ser de pronto sólo un nombre

que tus labios pronunciaran

como ruido y nada más.

 

¿Cómo fue que de mi abrazo

arrancaron la ternura?

¿Cómo fue que te olvidaste

de mis ojos sobre ti?

 

Pero miro hoy, sólo miro a esa niña mariposa

la que antes fuera oruga, fuera dulce, fuera amor

hoy tus alas todas rojas te han llevado

hacia tu cielo.

 

Yo te miro y me consuelo

repitiendo a media voz

que esa manchita que llevas en el costado derecho

fuera un beso que te diera cuando ayer, éramos dos.

 

Nicolás (Poema a mi Hermano)


Nicolás, es tu nombre
un reflejo del mundo
un recuerdo constante
siempre en cada canción.

Nicolás ten cuidado
que está suelta la bestia
que devora ilusiones
y destroza el amor.

Que te inyecta veneno,
te arranca lo divino
que te deja cansado
sin saber la razón.

Nicolás un buen día
decidió ser mi hermano
y entregarme sin miedos
una gota de Dios.

Con su llanto de niño
yo moría por dentro
prometiéndole al cielo
ser consuelo y amor.

Mira cómo es la vida
mírame como ejemplo
no tropieces, si puedes;
dónde me caí yo.

Sólo quiero que vueles
y no mires al suelo
que tu vida fue hecha
para hacer tuyo el cielo.

En tu andar se constante
se un gigante de bronce
pertenécele al mundo
y que él sea de ti.

Administra tus besos,
colecciona caricias
y comparte ternura
con quién sea tu amor.

Brinda, se generoso
canta cuentos al mundo
no te humilles por nadie,
eres hijo de Dios.

La realeza es contigo
en tu alma descansa
y tu reino esta siempre
dónde toque tu planta.

Bendiciones y elogios
un cariño sincero
que te amen en calma
eso, para ti quiero.

Escogimos un día
ser amigos, me alegro
compartir madrugadas
y libar un te quiero

Eres tú como el viento
que en mi espalda se estrella
que me grita su apoyo
y replica emoción.

Eres tú como eres
y con todo lo acepto
el orgullo me llena
se desborda en mi pecho.

No abandones la ruta
que en tu vida haz trazado
sin embargo disfruta
cada sol, cada tramo.

Ríe siempre, se pleno
vive en ti la alegría
y si lloras sin miedo
llegará un nuevo día.

Nicolás yo quisiera
regalarte una estrella
y guardarla en tus ojos
y anidará en tu fuerza.

Nicolás yo quisiera
protegerte del mundo
y evitar que sufrieras,
ahuyentar tu dolor.

Más no puedo más que esto,
escribirte sintiendo
que entre letras y espacios
me acompaña tu amor.

Nicolás no te olvides
que estoy siempre contigo
disfrazado de luna
lato en tu corazón.