Y ahí chocando una vez más unos con otros


Y ahí chocando una vez más unos con otros
revuelto el viento, el polvo y la nada
el ave nebulosa del recuerdo
se mece amenazante en el silencio.

Las ganas de vivir se van de pronto
con pánico de ver las realidades
nadie dijo que éste devenir, flujo confuso
iba a ser la vida tan preciada.

Llorar no basta, ni ha bastado
para desahogar la sangre misma que me ata
la lágrima encarnada que persiste
respira en lo profundo de mi alma.

Sollozo, suspiro, duermo y despierto
y sigo vivo en esta especie de burbuja
a veces puedo ver más que mis ojos
y es entonces sólo entonces que sonrió.

Pero me dura poco aquella dosis de esperanza
pues se cierran las ventanas del eterno
mitad cielo, mitad sol, mitad humano y bestia amorfa.

Cómo piden contener o asir aquello que es tan puro
que al momento de sentirse se hace nada.

Así entonces viviré sólo latiendo
expulsando vez con vez gritos que purguen
cada sangre, cada piel, cada mañana
para un día convertirme sólo en alma.