Ojitos de canica (a Cooper)




Mi día empieza y termina contigo,

sin querer, sin pensar, solo es así,

tú alegre siempre, corres, saltas, vibras,

regalándote permanentemente.

 

Entiendes mas bien poco de prohibiciones,

la palabra “no”, nada te ha afectado,

sabes muy bien, sabes, que con tu mirada

consigues tu fin.

 

Ojos de canica, con tanta ternura,

despiden destellos de tu gratitud,

por una caricia que arroje un suspiro,

por esa comida que llega puntual.

 

No hay rincón ni cuarto, que no sea tuyo,

hoy eres más dueño que yo del lugar,

ojos de canica que a mis pies te duermes,

me has dado momentos que no tendrán par.

 

Te observo y aprendo,

de tus metas claras, de tu terquedad,

–quiero esa galleta–, dice tu mirada,

y parado en dos patas es tuya sin más.

 

Ojos de canica gracias por sentarte,

a esperar la noche, aquí junto a mi,

por cada ladrido, que me expresa tanto,

por tus patas sucias en cada sillón.

 

Por dejar tu rastro,

entre pelo y baba,

por las madrugadas,

hechas para aullar.

 

Por ser espontáneo,

por perseguir moscas,

por ser inocente,

por ser corazón.

 

Gracias por tu vida ojitos de canica,

por ser tan constante, consistente y leal,

por esas orejas que lo escuchan todo,

por ese dedo extra, único, especial.

 

Ojos de canica te soñé de niño,

no te tuve nunca y hoy llegas a mi,

misterioso el tiempo, de este plan divino,

que hizo que me hallaras en la oscuridad.

 

Ojos de canica, gracias por tu vida,

y por contagiarme de razón de ser,

ojos de canica por hoy ya es bastante,

ya es tiempo descansa, ve a tu lugar.

 

Ojos de canica, sé que solo esperas,

a que esté dormido para tu soñar,

y ahí en tu universo, en tu paraíso,

repleto de huesos para masticar,

 

Sábete mi amigo, cuando sientas miedo,

cuando tengas frío y no puedas más,

ahí para hallarte, para conducirte,

rascarte la panza y ser tu hogar,

 

Estará mi mano, ojos de canica,

estará mi abrazo y mi corazón,

ojos de canica tu duerme tranquilo,

y mañana juntos, ¡vivir y jugar!