Chapul



¡Ah caray!

Hoy que estoy de nueva cuenta
tumbado sobre mis espaldas en la hierba fresca,
en el zacate verde, mirando hacia el cielo
con sus nubes gordas.

Se paró sobre mi pecho un chapulín
y así sin mas se acomodó
y con sus patitas
me empezó a cantar.

Fue solo un momento pero fue grandioso
así sin pensarlo se posó en mi vida
tal como nosotros
pisamos la tierra.

¿Quién sabe quien sea
aquél que nos mira
mientras deambulamos
de aquí para allá?

Y de pronto nada
de un salto gigante
se fue de mi vida
el negro chapul.

Tal como nosotros
de un salto chiquito
dejamos la vida
y volvemos al sol.